Algunas preguntas…
¿Por qué arquitectura?
Recuerdo perfectamente ese momento, con unos 11 o 12 años, sentada con mis amigos en un banco en el patio del colegio hablando sobre aquello que queríamos hacer de mayores. Yo lo tenía claro, había convivido con ello desde la infancia, me gustaba la idea de dibujar una idea y poder convertirla en realidad. Dibujaba en papel, sobre las paredes de casa e incluso me pintaba el cuerpo con pintura durante los largos veranos del calendario escolar, no había limites para la creación. Cambié de opinión muchas veces en los años siguientes, pero siempre volvía a la arquitectura. Me atraía de ella la creatividad de una profesión a priori bastante técnica. Empecé la carrera y pasé por épocas de amor y épocas de menos amor hacia la arquitectura. Fue con el Proyecto Final de Carrera que volví a amarla profundamente. Tuve la suerte de tener dos estupendos profesores, que muy al contrario de imponer sus propios criterios, vieron una oportunidad en mi idea. Todo empezó regular, cogido por pinzas,… como todos los proyectos de escuela. Poco a poco, con sus buenos consejos y mi invencible fuerza de voluntad entregué un proyecto del que aún hoy me siento muy orgullosa.
¿Por qué emprender en solitario?
Ya llevaba tiempo organizándome mentalmente para crear un estudio por mi cuenta, pero en esos momentos el Proyecto Final de Carrera era prioridad, y las cosas hay que hacerlas paso a paso. Una vez acabé me vi en un mar de incertidumbre e inseguridad, y decidí añadir un valor extra a mi formación. Me matriculé entonces, después de hablar con Fran Silvestre sobre diversos temas en torno a la arquitectura y la profesión, en el Postgrado que imparte: #MarchValencia, Experto en Arquitectura. De esta experiencia gané seguridad y conocimientos para por fin lanzarme en la creación de mi marca personal. Y no, no estoy sola. Me apoyo en una red de contactos que ya conocía o he ido conociendo a lo largo de estos años, entre los que se encuentran industriales de las diversas áreas que abarcan un proyecto de arquitectura, profesores de la escuela, amigos y compañeros de profesión, pero sobre todo, él: Rafael Gimeno, un gran arquitecto y mejor persona.
¿Por qué ahora?
¡Sí ahora!, y “con la que está cayendo” como muchos dirán. Siempre he sido positiva, aunque mi madre me diga que para ciertas cosas soy negativa. Digamos que soy realista, manteniendo los pies en tierra pero atreviéndome a dar esos pequeños pasos necesarios para iniciar algo nuevo. “Si esperamos a que llegue el momento ideal, nunca empezaremos”, esta es la realidad y es nuestro papel sacarle el lado más amable. Empiezo este proyecto con ilusión y convencida de que esto que muchos llaman crisis es en realidad una oportunidad genial para emprender. Hay diversos tipos de personas: aquellas que buscan la estabilidad de un trabajo para toda la vida, y aquellas otras que prefieren crear su propio trabajo ideal, por muy duro y sacrificado que resulte. Convenzámonos, los trabajos “para toda la vida” ya no existen. Toca arriesgar y reinventarse. Yo creo mis normas, mis horarios, y por tanto gestiono mi tiempo. A día de hoy dedico el 80% de mi tiempo a trabajar en este proyecto. Nadie dijo que fuera fácil.
Sígueme para conocer la evolución de mi proyecto personal, y no dudes en contactar conmigo para cualquier duda que te surja. Estaré encantada de ayudarte y aconsejarte en todo aquello que esté a mi alcance. #azuldalia
0 Comments